Extraña e Intima satisfacción
Calló, sofocada por la tos, pero sus invectivas surtieron efecto. Los demás huéspedes le tenían evidentemente algo de miedo porque, uno tras otro, se replegaron apretujándose en la puerta con esa extraña e Intima satisfacción que se observa, incluso en los más allegados, ante una súbita desgracia ocurrida a un prójimo, sensación a la que no escapa ni una sola persona, sin excepción, aun a despecho de que experimente la lástima y la compasión mas sinceras
Diostoievski, Crimen y castigo