domingo, febrero 27, 2005

Sátiro

Anoche, digo, esta mañana, después de una larga velada con algunos amigos, me disponía a volver a casa andando. El frío y el cansancio me obligaron a tomar la decisión de ir en taxi. Caminando por la carretera junto a la línea de los coches, veía cómo pasaban los taxis sin su luz de libre. De repente uno de ellos se detiene 10 metros mas allá y enciende su luz verde. Con la inercia que llevaba, paso junto a la ventanilla del taxi, le hago señas para ver si está en servicio realmente. "Que sí", me dice con un gesto.

Me subo al taxi, le doy la dirección y empieza su discurso. "No sabes lo que me ha pasado hace un momento, macho!". "¿Qué cosa?", digo. El taxista empieza a contarme que llevó a un hombre hace unas horas, con el que después de ver una pareja follando en un coche cercano y de ver unas revistas pornográficas, se dedican al onanismo grupal y todo producto de una casualidad digna de película mala. Luego me habla de otro "servicio" que hizo con un personaje que se ofreció para hacerle una felación y él, como podrán suponer, dijo que sí.

Finalmente, y al llegar a mi calle y cerca del portal de mi casa, dice: "por eso, por aquí estamos a la orden". "No, más allá, el otro portal", le digo. Y me bajo en un portal cercano al mio. Le pago soltando las monedas desde varios centímetros de sus manos y me bajo haciendo el paripé de estar buscando las llaves. Con el rabillo del ojo veo que ha dado la vuelta en el taxi y me apresuro a subir a mi casa.

Al llegar a casa hago el inventario de lo que ha sucedido. La luz la encendió porque me vio, sí que estaba de "servicio" (y no lo que me dijo que justo iba a rescatar a un amigo varado), el golpe que le dio un borracho al cristal del taxi hizo que supiera lo peligroso que era este taxista (porque gracias a mi, según él, no había parado y no se había bajado a romperle las costillas al desconocido con la "varilla que tengo debajo del asiento" ).

No deja de asombrarme que después de estar hablando de situaciones similares me suceda una como esta. Bueno la verdad tampoco le doy mucha importancia. La probabilidad de encontrar un taxista sátiro en una noche madrileña es muy baja.

Es inevitable pensar (y de hecho la recordaba el mismo día) en la película Blue Velvet de David Lynch. El mundo tiene muchos ángulos, muchas cosas pasan de las que no nos damos cuenta o que tendemos a olvidar que están allí. Para explicar de una forma maniqueísta, existen dos mundos, uno de maldad, y otro superficial. Existen puertas para ir de un lado a otro y ayer yo abrí una, la del taxi. Vi y pude salir (sin riesgos para mi integridad física). Una explicación mas real, es que el mundo es uno y todo lo que te puedas imaginar pasa. Todo.

martes, febrero 22, 2005

Prejuicios

Me subo al avión que me llevará de vuelta a Madrid y veo una persona buscando su sitio con el periódico El Espacio en la mano y en la otra un libro de Metafísica 4 en 1. Dios! que no se siente a mi lado, pido! (no se a quien pero pido!). Tengo una (muy) vaga idea de que va todo ese tema del libro aquel. La portada me parece reconocible (claro! con ese nombre!). Y prefiero no terminar con una "metafísica" a mi lado. ¿Por qué siempre existe una alta posibilidad de que la persona que se sienta al lado en un avión te hable e intente congeniar? (Aparentemente -y según mi incipiente y estúpido estudio del tema- suele ocurrir mas en viajes de largas distancias). En mi viaje de ida me senté al lado de una chica que sonreía extrañamente justo antes de que me sentara. (¿y de que se ríe? ¿tendré crema dental en mi barbilla de nuevo?). Me siento y aunque no se ha movido el avión y ya me he enterado que vive en Holanda, que vivía en yo-no-se que sitio antes y que los Holandeses son Ateos!!!! (en plan indignación). "Es increíble" dice. "pero es que pasan totalmente del tema". "¿No te parece increíble?". "Creo que cada cual hace con su vida lo que quiera siempre que no joda al prójimo", digo. "Oh! no me digas que tu eres ateo?". Ojos desorbitados, más indignación, a pesar de que no he dicho nada. ¿Que pasa? ¿si digo que soy ateo me dejarás tranquilo? ¿Se me nota? Soy lo que tu quieras que sea si me dejas a mi y a mi libro en paz. Eso pensaba. Lamentablemente no fue posible parar la conversación.

Sobre El Espacio. Es un periódico (?) que nos enseña la verdadera Colombia, no la que sale en sus páginas (que suelen salir mutilados, o cualquier cosa gore) si no la que lo compra. Para los que no lo conozcan: sus titulares están en rojo,suele tener alguna foto de algún accidente en su portada, en la parte final salen viejas en pelota, tiene una gran sección de tarot o como se llame, y la redacción bueno la redacción esta en línea con lo demás (según mis vagos recuerdos del tema).

Frase generadora de prejuicios: Dime qué lees y te diré quién eres.

Es inevitable. Nunca he podido evitar generar prejuicios de cosas así. Recuerdo el primer libro que compré con mi propio dinero, tendría... no sé... 15 años o algo así. Pues no tenía ni idea de qué comprar y lo quería hacer no por amor a la lectura ni esnobismo cultural (por dios! tenía 15 años! no tenía siquiera uso de razón), sino por el mismo hecho de hacer el intercambio de dinero por letras, mercantilismo que llaman, hombre! Era un libro que parecía un estudio serio sobre los ovnis o algo así. Lo vi en la librería, leí la contraportada, lo pagué y me fui a casa. Lo abrí, leí algunas paginas, ojeé el resto, bajé corriendo por la escalera y lo tiré en la basura (junto a la orgánica). No podía existir un libro así!!! por dios! no voy a dar la posibilidad de que alguien pierda su tiempo como yo!

Todavía tiemblo cuando veo libros de autoayuda en las manos de las gente, en la calle, en el metro... Los veo como armas peligrosas, armas de destrucción masiva... de tiempo! (no digo de mentes que eso sería exagerar).