jueves, febrero 16, 2006

Autómatas finitos (o Desmontando memes I)

Soldados Colombianos "trabajando" por la patria

Hace algunos días vino a mi mente una melodía siniestra. Se sabe que no controlamos lo que pensamos, a veces la mente va a su ritmo, pero a pesar de eso no deja de sorprender que nos asuste de repente con ideas grabadas con fuego en la niñez. Me he dado cuenta que gran parte del tiempo que gasta mi mente, tiempo diríamos ocioso, lo hace desmontando malos memes, malas ideas, como dirían, malos programas insertados en la cadena de montaje educativa y social en la que me crié. Me siento como un feto que ha recibido estímulos químicos en una de esas probetas de Un mundo feliz.

La melodía que recordé es:

Salud adorada bandera que un día
batiendo tus pliegues allá en Boyacá,
sellaste por siempre la lucha bravía
de un pueblo que ansiaba tener libertad.
Oh santa bandera nosotros te amamos
porque eres patria, la vida, el honor,
por tí moriremos felices gritando
que viva el sublime pendón tricolor.
En paz te ofrecemos de olivos mil ramos
del Ande las flores en gran profusión,
y en torno a su escudo felices cantamos
los himnos más puros que da el corazón.

Ustedes perdonen por recordar tal juramento. Siempre tenemos que aferrarnos a algo: seres imaginarios que nos prometen paraísos, banderas que nos dan apariencia de seguridad, de promesas de volver al huevo primigenio, como diría Estanislao Zuleta; Sentimientos grupales que nos dan identidad, que nos dicen quienes somos porque ni siquiera somos capaces de definirnos nosotros mismos, necesitamos que otros lo hagan por nosotros. Yo soy las causas que defiendo y el amor que pongo en ellas.

Lo mas terrible es que algunos terminan muriendo por un pedazo de bandera, como si no hubiera mejores razones.

La libertad, la democracia, las banderas, los colores... mil razones que pueden usarse para convencer a alguien para que dispare, para que no solo entregue su vida por la causa sino que mate a otros mamíferos por ello. Eso si, mientras tanto el que ordena, quita y pone está en su escritorio con sus zapatos italianos y un puro que serviría para alimentar una semana a una familia pobre.

Patria, vida, honor, palabras que a veces se venden como sinónimos. Gente abyecta. Ustedes perdonen.

2 comentarios:

Frank Morris dijo...

Bueno un pais sin ejercito viene siendo como un tipo castrado

Sísifo dijo...

La armas están hechas para matar, los ejércitos para mantener poder, los límites para diferenciar lo igual, etcétera; pero aquí en el reino del concreción, rechazo todo intento de simplificar los miedos, la vida a una bandera, una patria, un terruño, una idea, incluso a una lengua... Siempre será al servicio de otro. Lo que intentaba indicar es la desvergüenza de la masa al inducir a los niños y jóvenes a creer en valores para ellos artificiales, sin posibilidad real de elección.