miércoles, agosto 30, 2006

Estúpidas Estadísticas

Muchos Colombianos no saben quiénes son, para dónde van, o qué son.

¿Qué tal por empezar a aceptarnos tal cual somos? una mezcla de etnias, como dirían en Colombiano: un sancocho.

En cuanto a razas (grupos étnicos) las situación es mas o menos así:

1. La clase dirigente, los dueños de la finca (lo mas pocos) se creen blanco "Europeo". Compran sus zapatos en Milán o Nueva York, van a la ópera en París y no conocen Girardot (ni mas faltaba!).



2. La mayoría, el Colombiano mestizo, se separa del "indio" (que en Colombia, dicho sea de paso, es un insulto). Sería algo como:



Intentando, claro, pasar de la porción grande a la exclusiva, la llamada "clase dirigente", la casta alta.

3. La realidad vendría a ser algo cómo:





Ahora, ¿a alguien le debería realmente importar este tipo de clasificaciones? ¿Estupidos números que no sirven de nada? ¿A quien le importa, como diría Vallejo, si nos matamos igual? Nos tocó nacer en esa porción de tierra, todos mezclados. La lotería de la vida.

Mientras algunos coman en el Ritz parisino a costa de las desgracias de los otros; y algunos busquen la supervivencia en un basurero Colombiano; todo seguirá igual. Con mas o menos armas, mas o menos Uribes, mas o menos drogas, mas o menos reinados, mas o menos tele(-basura), mas o menos... lo que quieras...

martes, agosto 22, 2006

Voluntad

a Javalenzuela drawing
Hace unos días empecé a experimentar lo que es la falta de locomoción. Algo pasó en mi espalda que me produjo un dolor agudo en cuanto me movía. Un jueves fui al hospital, el médico me recetó un "cóctel de fármacos" (sic) para el dolor que incluía la famosa Codeina. Un opiáceo. Luego de perder algunas veces el control espacial y taquicardia, suspendí el tratamiento.

Días después, comentándolo con Farfán, un amigo médico, me dice: "La codeína no bloquea el dolor, solo hace que no te importe". Fue inevitable pensar en todas las distracciones, diarias, mundanas que no nos quitan la voluntad, pero nos roban de la forma mas abyecta (sutil) el tiempo para ejercerla.

La voluntad empieza a ser un bien escaso, una actitud en vias de extinción.

sábado, agosto 19, 2006

Escaleras

El timbre de la puerta me despierta. Pienso en la desgracia que es bajar hasta la puerta y abrir. Me enfrento a las escaleras siniestras que me llevan a la calle. Recuerdo la odisea diaria de salir. Algo tan normal se ha convertido en mi mayor tormento. Largas, oscuras, siempre están esperándome, tratando de vencerme, de hacerme perder la razón, día tras día. Respiro profundo como quien quiere acumular energía justo antes de levantar un gran peso. Y las veo, oscuras, y peligrosas. Bajo con sumo cuidado, apoyándome en las paredes con mis brazos. Presumo un largo camino, como yendo al averno. El pomo está frío. Abro la puerta lentamente y veo dos mujeres jóvenes en la calle esperándome. Ojos negros apuntando hacia arriba, hacia mi. Pelos lisos y largos. Faldas hasta los tobillos y rebecas azules con el primer botón abrochado. Una de ellas sostiene una bandeja de plata con tres cascaras de limón usadas. Sin sonrisa pero con avidez me dice: “¿Tiene un minuto para su alma, es solo un minuto?”. “No!” y cierro la puerta con fortaleza.

sábado, agosto 12, 2006

Ventaja (competitiva)

Sábado. Conversación en un parque. Londres. Adolescente sudafricana de origen Inglés. Hablando sobre idiomas. Dice algo como: "Odio tener que aprender Afrikaans, es perder el tiempo, no representa ninguna ventaja (competitiva) para mi (vida)". 13 Años y pensando en competición.